Partamos del impulso creativo y de los nanosegundos que le preceden.
Crear, amar, crear, amar, respirar...
Respiramos y en la segunda fase, al expirar creamos, recreamos y si puedo salir corriendo no hay quien me coja.
Escojo la paleta que tiene todos los colores, es preciosa, viva, la cojo y cuando decido que voy a pintar la hago trocitos infinitos, la rompo y queda bien rota. Autodestrucción interna y otra resolución del conflicto creativo.
Entono una melodia cuyas cadencias pueden hacerme volar por minutos eternos pero la acompaño de las palabras rabia, impotencia, odio, rencor y la rompo, la hago trocitos infinitos y queda bien rota. Qué rota está esta cancion, tanto tanto que le duele.....
Elijo la mejor cámara de foto, el mejor objetivo, respiro y clack, hago la foto más triste del mundo... Fin de la autodestrucción...
miércoles, abril 14, 2010
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